Netanyahu trata de sacarle votos a sus aliados - AURORA

[Jayme Fucs Bar]

Oficialmente la votación para la vigésima Knéset (Parlamento) comenzó el domingo, 48 horas antes que en el resto del país, cuando los primeros soldados emitieron sus sufragios en más de 650 urnas emplazadas en las bases el ejército, en todo el país, y en las urnas móviles que se desplazan entre los puestos militares de avanzada.

Pero el acto principal de campaña fue en el centro de Tel Aviv, donde decenas de miles de simpatizantes de la derecha se reunieron en respuesta a una concentración que la izquierda realizó en ese mismo sitio una semana antes.

La manifestación en la Plaza Rabin, el simbólico lugar donde en 1995 fue asesinado por un extremista judío el primer ministro Itzhak Rabin, fue el último esfuerzo del primer ministro, Biniamín Netanyahu, para apuntalar su partido, el Likud, a costa de sus “aliados naturales” de la derecha a la luz de los importantes avances electorales de los partidos de centro y de izquierda.

En la plaza, situada frente al edificio de la Municipalidad, Netanyahu prometió a la multitud que no hará concesiones territoriales a los palestinos ni compromisos.

Pero, los avispados analistas sostienen que lejos de ser una exhibición de solidaridad y unidad; en el fondo, el encuentro tenía todos los signos de ser una muestra de desesperación.

La marcha casi fue cancelada a raíz de las preocupaciones de que los colonos y los estudiantes de

las academias rabínicas que fueron movilizados en autobuses a Tel Aviv, no llenarían la plaza. Netanyahu decidió hablar en la concentración luego que las últimas encuestas mostraran el grave desasosiego de que está a la cola de sus rivales del Campo Sionista.

“La única manera que tiene Netanyahu para cerrar la brecha es canibalizando al partido religioso nacional Habait Heihudí”, afirma el diario Haaretz, refiriéndose a la agrupación política situada a la derecha del Likud.

“Netanyahu no vino a abrazar y a sacarse fotos de familia; vino a cazar. Esa fue la paradoja del evento: al elegir venir a la plaza llena de colonos, señaló que ha renunciado a la posibilidad de traer de vuelta a los votantes que abandonaron su partido Likud hacia el bloque centrista. En cambio, apunta a sus partidos hermanos”, destaca Haaretz.

Netanyahu también apuntó al ex ministro de Comunicaciones del Likud, Moshé Kahlon, y a su partido Kulanu, prometiendo que no importa cuántos votos esta agrupación consiga; nombrará a Kahlón como ministro de Finanzas.

Mientras Netanyahu estaba ocupado tratando de movilizar el apoyo de su electorado en Tel Aviv; el líder del Campo Sionista, Isaac Herzog acudió a los poderes superiores en Jerusalén.

Herzog visitó el Kotel Hamarabí (Muro Occidental, conocido en el mundo gentil como Muro de los Lamentos), donde leyó el Salmo 91, emitió una breve plegaria y puso una nota entre las piedras.