El rabino principal ashkenazi, Yona Metger, reaccionó duramente contra la exigencia de los ultra ortodoxos (jaredim) de operar líneas de autobuses "kosher" en sus vecindarios, señala un reporte del diario Yediot Aharonot.
Metzger subrayó que el público ultra ortodoxo no tiene derecho de imponer sus convicciones sobre el resto de la población.
"No podemos ser los dueños del mundo. Este no es el país del público ultra ortodoxo", afirmó Metzger "No tenemos la autoridad para imponer nuestras opiniones sobre los otros. Este es un espacio público".
En referencia al incidente
en el que una pasajera fue exigida sentarse en la parte trasera del ómnibus en el camino entre Ashdod y Jerusalén, Metzger afirmó que "si queremos separación, establecer una empresa especial de transporte para ciertas líneas es legítimo; pero entonces seremos nosotros los dueños".
"Pero mientras paguemos y se trate de una empresa pública que no solamente sirve al público ultra ortodoxo – ¿qué podemos hacer?"
Por su parte, la Ofician del Rabino Principal sefaradí, Shlomo Amar, señaló en un comunicado que una persona puede ser estricta consigo misma pero no con los otros. Si los haredim quieren ser estrictos en sus propios autobuses, déjenlos. Pero imponerse al resto de la gente es irrelevante".