JUDAISMO HUMANISTA

O Judaismo Humanista é a pratica da liberdade e dignidade humana

Interpretación y comentario
“Y yo, cuando venía de Padán, se me murió Rajel en la tierra de Canaan...y la enterré allí en el camino a Efrat”. (Génesis 48:7).
En el capítulo anterior, Iaacov hace jurar a Iosef que lo va a enterrar junto con sus antepasados: “Se acercaron los días de Israel para morir, y llamó a su hijo, a Iosef, y le dijo: Si ahora he hallado gracia en tus ojos, pon ahora tu mano bajo mi muslo y habrás de hacer conmigo bondad y verdad: No me sepultes, por favor, en Egipto. Cuando deba dormir con mis padres, habrás de llevarme de Egipto y me sepultarás en su sepulcro. Dijo él: Yo haré como tu palabra” (Génesis 47:29-30). Después que bendice a su hijo Iosef, le cuenta sobre la sepultura de Rajel en el camino. Iaacov reconoce lo que hizo pero no explica por qué lo hizo. Según lo relatado en la parashá “Vaietzé”, Iaacov no hace ningún esfuerzo para sepultarla en la cueva de Majpelá, pero antes de su propia muerte, hace jurar a Iosef que lo va a enterrar junto a sus antepasados.
En el Midrash Rabá sobre la parashá “Vaietzé”, el exégeta da una explicación a la acción de Iaacov: cuando los exiliados pasen por ahí en su camino, Rajel va a pedir misericordia para ellos “...Voz fue oída en Ramá, llanto y lloro amargo; Rajel que lamenta por sus hijos...” (Jeremías 31:14). Según el exégeta de Bereshit Rabá, se puede decir que el profeta Jeremías ya actúa como un intérprete de la historia de la sepultura de Rajel en el libro de Génesis y explica la sepultura de Rajel en el camino y no en la cueva de Majpelá.
Pero queda una pregunta: ¿Por qué justamente Rajel es la que merece que su rezo sea respondido? Otro exégeta responde: En la Petijta 24 de Eijá Rabá se cuenta que después de la destrucción del Primer Templo, se acercó Dios a las ruinas del Templo y le dijo a Jeremías, profeta de la destrucción, que traiga a los Patriarcas del pueblo a rezar en favor de los hijos que fueron exiliados.
Abraham dice: “Soberano del Universo: Acepté sacrificar al hijo que me diste cuando tenía cien años, y en mérito de eso, te pido misericordia para que hagas retornar a los exiliados”. Dios lo escucha, pero no se impresiona.
Isaac dice: “Soberano del Universo: Cuando mi padre me colocó sobre el altar, entendí el significado del asunto, ofrecí mi cuello y no me opuse. ¿Esta acción no merece que hagas retornar a los hijos?”. Dios escucha, pero no se impresiona. Y así también ocurre con Iaacov. Moshé da un largo discurso sobre la dificultad de sacar a los hijos de Israel de Egipto y traerlos a la tierra

de Israel mientras ellos no paraban de quejarse, y sobre el hecho de que sus propios huesos fueron esparcidos en el desierto y no tuvo el derecho de llegar a la tierra de Israel. Moshé argumenta con ímpetu que él se esforzó en favor de los hijos, y sus acciones merecen que los exiliados puedan volver. Tampoco las palabras incisivas de Moshe impresionan a Dios.
En aquel momento, apareció nuestra Matriarca Rajel y dijo: “Soberano del Universo: Iaacov trabajó siete años por mí, y cuando se acercaba el final de aquellos siete años, mi padre aconsejó que me cambie con mi hermana Lea. Iaacov y yo habíamos intercambiado señales entre nosotros para que él pudiera saber si mi padre lo había engañado o no. El día de la boda a pesar de mi gran amor por Iaacov-, reprimí mis deseos y le transmití esas señales a mi hermana Lea para que no pase vergüenza. Y no sólo eso, sino que me acosté debajo de la cama en la que él se acostó con ella, y cuando él hablaba con ella, era yo la que respondía. Y yo soy de carne y hueso y me sobrepuse a mis celos, y Tú Rey de Reyes- ¿no puedes sobreponerte a Tus celos cuando tus hijos adoran a otros dioses?”.
En aquel momento, surgió la misericordia de Dios y dijo: “Por ti, Rajel, yo hago retornar a Israel a su lugar, como está escrito: “Así dijo Adonai: Voz fue oída en Ramá, llanto y lloro amargo; Rajel lamenta por sus hijos, no quiere ser consolada acerca de sus hijos, porque perecieron. Así ha dicho Adonai: Reprime del llanto tu voz y de las lágrimas tus ojos; porque recompensa hay para tu acción, dice Adonai, y volverán los hijos a sus fronteras”.(Jeremías 31: 14-15).
Me parece que la última parte de este midrash se basa en las palabras “tu acción”, del libro de Jeremías. Es muy difícil atribuir una acción específica a la Rajel bíblica. El libro de Jeremías se refiere a una acción de tal magnitud que hace retornar a los hijos a sus fronteras más que todos los intentos de convencimiento anteriores. ¿Por qué?
Como lo insinué antes, Rajel destaca una acción que ella hizo: ella se sobrepuso a sus celos y pidió a Dios que Él se comporte de la misma manera y se sobreponga a Sus celos.
Otra propuesta: Precisamente porque Rajel hace algo personal y no heroico como nuestros Patriarcas, es justamente esa acción la que tiene gran influencia en las esferas celestiales.
Ojalá que vuelvan todos los hijos a sus fronteras.

* Profesora de Talmud, Instituto Schechter de Estudios Judaicos, Jerusalén
Editado por el Instituto Schechter de Estudios Judaicos, Asamblea Rabínica de Israel, Movimiento Conservador y Unión Mundial de Sinagogas Conservadoras.
Traducción: Rabina Sandra Kochmann
Comunidad “Masortit Mishpajtit beBeit HaKerem”, Jerusalem.

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