JUDAISMO HUMANISTA

O Judaismo Humanista é a pratica da liberdade e dignidade humana

Interpretación y comentario

Esta parashá se llama así por la primera palabra de la misma: “Y se asentó (”vaieshev“) Iaacov en la tierra de las moradías de su padre, en la tierra de Canaan” (Génesis 37:1). La exégesis judía siempre quiso saber cuál es el significado de este versículo. En este caso, aparentemente, este versículo no estaría justificado, pues esa información ya existe, porque ya sabemos que Iaacov volvió a la tierra de Canaan. En un intento de ser más puntuales, veremos que lo que en realidad es raro en este versículo es la expresión: “en la tierra de las moradías de su padre”.
Se puede decir que según el texto literal, esta expresión es necesaria para avisarnos que Iaacov continúa la relación de sus padres con la tierra de Canaan y para destacar su vuelta de la casa de Labán. Pero esta explicación sólo destaca la debilidad del texto literal, puesto que todo eso también ya lo sabemos sin este versículo.
Y entonces viene el midrash y relaciona esta expresión a un asunto central y existencial en la vida de nuestros patriarcas y matriarcas, a un asunto relacionado con la esencia del pueblo: La conversión.
“”Y se asentó Iaacov en la tierra de las moradías de su padre“: Abraham hizo conversiones: “Y tomó Abram a Sarai, su mujer,...y a todas las almas que hicieron en Jarán” (Génesis 12:5). Rabi Eliezer dijo en nombre de Rabi Iose ben Zimra: Si se unieran todas las naciones, no podrían crear ni una sola mosca con alma, ¿y está escrito: “las almas que hicieron en Jarán”? No se refiere a otra cosa sino a los conversos. ¿Entonces debería decir “que convirtieron” y no “que hicieron”? Eso viene a enseñar que aquél que acerca a un converso es como si lo hubiera creado. ¿Y por qué no está escrito “que hizo”, sino “que hicieron”? Dijo Rabi Junia: Abraham convertía a los hombres y Sara a las mujeres. Iaacov también hizo conversiones: “Dijo Iaacov a la gente de su casa...” (Génesis 35:2). “Y dieron a Iaacov todos los dioses extraños...” (Génesis 35:4). ¿Y de Itzjak no escuchamos nada? Enseñó Rabi Oshaia en nombre de Rabi Iuda hijo de Rabi Simón: Escuchamos sobre Itzjak donde está escrito: “Y se asentó Iaacov en la tierra de las moradías (”megurei“) de su padre”, es decir, “de las conversiones” (“megüiarei”) de su padre“”. (Bereshit Rabá 84).
De aquí aprendemos que una de las actividades de los patriarcas y de las matriarcas de la nación, de manera igualitaria, fue buscar conversos y actuar para ayudar a las personas a ingresar bajo las alas de la Shjiná. Ellos tenían una misión muy clara: Acercar a los conversos, según lo dicho en el midrash. Incluso Itzjak y Rivka sobre quienes la Torá no dice nada de manera directa en este sentido- se ocuparon de la conversión. ¿Cuál es la prueba? Nuestro versículo. Iaacov volvió a la tierra de Canaan, donde ocurrieron “las conversiones de su padre”. Esto nos enseña que la conversión abierta y multitudinaria, flexible y acogedora, era una parte central en la misión de la nación, hasta el punto que la Torá da indicios de la misma como parte de la descripción de la tierra.
Dentro de nuestra parashá se encuentra el relato dramático de Iehudá y Tamar (Génesis

38). ¿Y qué tiene que ver este relato con nuestro midrash? La respuesta está relacionada con el hecho de que Tamar era, aparentemente, canaanita. Y también está escrito en otro midrash que Tamar dijo: “Conversa soy” (“Sheelot u Tshuvot Mishná Halajot 12:275). Si es así, la expresión “en la tierra de las moradías de su padre” es decir, “en la tierra de las conversiones de su padre”- tiene gran importancia. Y de ahí viene la presentación de la conversión como una condición elemental de la tierra de Israel, para que la tierra pueda estar llena de conversos.
Me parece que este mensaje es una señal para nosotros, como movimiento religioso en Israel, para actuar en pos del acercamiento de conversos de la manera más abierta, flexible y abarcativa posible.

Estudio y análisis
Rabino Dr. Alexander Even-Jen
Profesor de Pensamiento Judío, Instituto Schechter de Estudios Judaicos Jerusalén
Sobre Iosef está escrito:
“Estas son las generaciones de Iaacov: Iosef a la edad de diecisiete años pastoreaba con sus hermanos las ovejas y él era joven-, con los hijos de Bilhá y con los hijos de Zilpá, mujeres de su padre. Y Iosef trajo habladurías acerca de ellos a su padre”.
Abarbanel propone interpretar “pastorear con sus hermanos” como “liderar” a sus hermanos. Es decir, el joven Iosef, gracias a “su sabiduría”, logró transformarse en el líder que enseñaba a sus hermanos mayores qué es lo que tenían que hacer. Además, Rashi dice que Iosef era muy parecido a su padre Iaacov.
Rajel, la madre de Iosef, murió en el parto de Biniamín.
Por lo tanto, Rambán propone interpretar “Y él era joven, con los hijos de Bilhá y con los hijos de Zilpá, mujeres de su padre”, de la siguiente manera:
“Está escrito que él era joven y que estaba siempre con los hijos de Bilhá y con los hijos de Zilpá, mujeres de su padre. No se separaba de ellos, a pesar de su juventud, porque a ellos había ordenado su padre que lo cuidaran y que lo sirvieran, y no a los hijos de las señoras”.
Iaacov “ordena” a las “sirvientas” criar al hijo de “la señora”.
Iosef “escucha” en la casa de las “sirvientas” cosas que él ve como correctas “informarlas” a su padre: “Y Iosef trajo habladurías acerca de ellos a su padre”.
En la Torá también está escrito:
“E Israel amaba a Iosef más que a todos sus hijos, ya que era para él hijo de su ancianidad, y él le había hecho una túnica ornamentada”.
1- ¿Hay necesidad de agregar otras razones para entender por qué los hermanos envidiaban y odiaban a Iosef?
2- ¿Acaso Iaacov no estaba conciente de ello?
3- Iaacov sabía lo que eran el odio y la envidia entre hermanos. Iaacov tenía la experiencia de las relaciones problemáticas entre él y su hermano Esav, y de las relaciones entre su padre Itzjak y su tío Ishmael. En base a todo esto, ¿cómo puede ser que Iaacov vio como correcto destacar su amor a Iosef con una “túnica ornamentada”? ¿Acaso esta acción no fue como “marcar el blanco en un tiroteo”?
4- ¿Acaso el mismo Iosef no estaba conciente del rencor que generaba entre sus hermanos?

Editado por el Instituto Schechter de Estudios Judaicos, Asamblea Rabínica de Israel, Movimiento Conservador y Unión Mundial de Sinagogas Conservadoras.
Traducción: Rabina Sandra Kochmann

Exibições: 30

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