Festival Internacional de Cine de Jerusalén, que se cerrará el 17 de julio con el acto de entrega de los Premios Wolgin. Estos son premios muy prestigiosos, tanto en valor monetario (100.000 dólares), como de calidad. En esta ocasión, compiten en la categoría de largometrajes de ficción ocho películas israelíes y 20 documentales.
El apoyo y el estímulo que este festival hace al cine nacional se expresa precisamente en la inclusión de ocho filmes, y no sólo estos, sino que los encargados de seleccionar el programa, Avioam Jarpaz y Gili Mandel, hacen todo lo posible por destacar al máximo la creación israelí.
Es importante mencionar a los hermanos León y Moshe Edri, que aportan constantemente a la creación israelí y en este festival reciben mención de honor. También la reciben la pareja que forman Dany y Edna Fainaru por su labor periodística.
Otro homenaje será el de despedida a Jack Wolgin (1916-2010), judío oriundo de Filadelfia, quien ofreció un muy largo y generoso aporte a la cultura de la ciudad en las áreas de teatro, arte, música y cultura judía en general. Se dedicó muy especialmente a fortalecer la industria cinematográfica del país a través de la Fundación Jerusalén, que se estableció hace 21 años para otorgar los tan anhelados premios en este festival
Traemos aquí un resumen de los filmes de ficción que de alguna manera anuncian lo que ocurrirá más adelante con el premio de la Academia de Cine (Premio Ofir). Tal como ocurrió el año pasado con el film “Ajami”, que ganó el Premio Wolgin y luego el Ofir para más tarde ser incluido en la lista de los cinco postulados al Oscar al mejor film extranjero.
“El valle de la fortaleza” (Gei-Oni), de Dan Wolman, que también produce, es una película épica que cuenta la historia de amor entre una joven inmigrante rusa y un israelí, enmarcada en los sucesos y las aventuras de los inmigrantes de la primera aliá a Palestina, al final del siglo XIX.
“La gramática interior” (“Hadikduk hapnimi”), de Nir Bergman; un film ubicado ubicado en los años '60 enfoca a un niño de 11 años y cuenta su vida durante tres años en los cuales no crece ni un centímetro, quizás por problemas glandulares, o quizás por síntomas emocionales que retrasan su pubertad.
“Infiltración” (“Hitganvut iejidim”), de Dober Kosashvili, es un film de principios del año 1950, al culminar la inmigración, cuando se abrieron campamentos de tránsito en todo el país. Es la historia de una unidad de soldados, mezcla de etnias y de postura religiosas, que se miden con el deber y con la sociedad marginal.
“Y en el tercer día”, es el primer film dirigido por el actor Moshé Ivgy, que además es el autor del guión en colaboración con Esther Namdar y Vered Post. Es un retrato futurista de Israel que aparece como un país en crisis, en el que la violencia reina, hay una anarquía social y política y la perversidad sexual es algo común. En este caos un grupo de personajes busca el significado de sus vidas.
“Revolución 101” (“Madrij lamaapejá”) de Doron Tsabari y Uri Inbar, delinea una conducta que se orienta a la revolución civil, en formato experimental, usando material documental y de ficción. La trama ocurre durante siete años de lucha contra la corrupción en la red de emisoras, hasta que se logra una ley que asegura el buen manejo de las mismas.
“Mar de sal”, de Itai Lev, sobre una actriz que acaba de actuar en un film controversial, y el estreno se realiza en el Mar Muerto. Ella invita a su mejor amiga Tamara para el fin de semana y para festejar su cumpleaños, hecho que disgusta al novio, director de cine, quien había mantenido una relación con esa amiga. La actriz cree estar embarazada y piensa que este fin de semana es una buena ocasión para arreglar el asunto.
“Andante”, de Assaf Tager, un film en el cual los protagonistas han perdido la posibilidad de soñar mientras duermen, pero hay un anciano que todavía puede hacerlo y es internado en una gran industria donde a través de tecnologías especiales se extraen señales producidas por la mente del anciano y proyectan sus sueños en forma pública