Peres se encontraba hospitalizado en ese centro médico desde el pasado 13 de septiembre, cuando sufrió un accidente cerebro vascular, y en las últimas horas su situación había empeorado considerablemente.
Tras una primera recaída el martes a primera hora de la tarde, durante la madrugada sus signos vitales fallaron después de haber sido desconectado de toda asistencia para no alargarle la vida artificialmente.
“El pueblo de Israel y en la diáspora se despide con dolor y amor de un líder”, afirmó el jefe del Partido Laborista, Isaac Herzog, en la primera reacción al fallecimiento de su correligionario.
Por su parte, el titular de Educación, el del partido religioso nacional Habait Haiehudí Nafatalí Bennett, manifestó que Peres “escribió la historia con sus propias manos”.
Desde hace dos semanas, y pese a que se temió por su vida en las primeras 24 horas de su ingreso, el veterano político había permanecido en situación estable dentro de la gravedad.
El empeoramiento del político sorprendió el martes tras dos semanas en las que se había informado de una leve mejoría, y los médicos valoraban si permitir que respirara por sí mismo sin ayuda mecánica.
Considerado uno de los políticos israelíes de mayor talla mundial, impulsó el proceso de paz de Oslo, que le valió el Nobel de la Paz junto a los líderes palestino Yasser Arafat e israelí Itzhak Rabin, culminó su carrera política de 70 años al frente de la Presidencia, que abandonó en 2014, y tras ostentar numerosos cargos.
Con el fallecimiento de Peres concluye la generación de aquellos políticos arquitectos del Estado de Israel, fundado en 1948. EFE
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