JUDAISMO HUMANISTA

O Judaismo Humanista é a pratica da liberdade e dignidade humana

La guerra entre Israel y Hamas y la estrategia del suicidio Barry Rubin

Una de las cuestiones más importantes para entender cómo funciona el Medio Oriente es lo que voy a denominar “la estrategia suicida”, que se puede describir de la siguiente manera:
Comenzaré una guerra que no puedo ganar para crear una situación en la que el otro bando destroce mi infraestructura y mate a mi gente. Luego, perderé militarmente, pero ganaré la batalla. ¿Cómo? A través de los siguientes medios:
- Mataré a algunas personas en el otro bando y le provocaré algún daño. Debido a que son más débiles y menos valientes que yo van a darse por vencidos. Cuanto más larga sea la guerra; será más probable que ellos traten de encontrar una salida, incluso si eso implica muchas concesiones por parte de ellos. Usando el terrorismo contra sus civiles refuerzo esta táctica.
- Mediante el sufrimiento, y magnificando ese sufrimiento, utilizando generalmente los medios de comunicaciones occidentales simpatizantes, voy a hacer que el otro bando sienta pena por mí y se oponga a sus propios líderes, que serán retratados como abusadores, sanguinarios e imperialistas.
- El espectro de la guerra, el sufrimiento y especialmente la muerte de civiles, llevará a la “comunidad internacional” a presionar a mis adversarios para que cedan, dejen de luchar (incluso si yo continúo la guerra a baja intensidad); esto me permitirá sobrevivir, e incluso me beneficiará.
Así es como se organiza una guerra perdida, pero en la que se termina como ganador.
Esta estrategia funciona a menudo contra un adversario occidental o contra Israel. No es efectiva contra otros árabes o contra Irán; porque a esas fuerzas no les importa la magnitud del daño y el número de víctimas civiles que infligen. Sus medios de comunicación están en gran medida bajo el control del Estado y no son sensibles a la opinión pública.
Hamas está utilizando este enfoque en la guerra actual contra Israel, aunque menos eficazmente que en las circunstancias anteriores. Ciertamente, consigue que parte de Occidente acuse Israel de usar excesivamente de la fuerza o la fuerza, en general.
Ciertamente, esto impide que Hamas sea derrocado por completo, lo cual sería la única solución real al problema. Pero mientras Israel no gane por demasiada diferencia; Occidente está dispuesto a tolerar el nivel actual del combate.
Y esa es la señal para que Hamas redoble la apuesta. Israel quiere un alto el fuego; Hamas no. Incluso el New York Times dice que:
“Hamas, colosalmente superado en el campo de batalla, parecía estar tratando de aprovechar su creciente influencia política con sus aliados ideológicos en el nuevo gobierno de Egipto, dirigido por los islamistas. Los líderes del grupo rechazan el llamado de Israel a que ponga fin de inmediato a los ataques con cohetes; en cambio han exigido demandas radicales que pondrían a Hamas en una posición más fuerte que cuando comenzó el conflicto: el fin de cinco años de embargo de Israel a la Franja de Gaza, una promesa por parte de Israel de no atacar de nuevo y garantías multinacionales para que Israel cumpla con sus compromisos”.
En otras palabras, Hamás exige que en el futuro pueda importar todo lo que quiera y tener el derecho de atacar a Israel sin represalias. Tenga en cuenta que la primera demanda no es ni siquiera necesaria para Hamas. Después de todo, ahora puede conseguir casi todo lo que quiere a través de la frontera entre Egipto y Gaza. Así que esta lista ha sido delineada como una excusa para que la lucha continúe.
Ahora bien, no es habitual, en la historia mundial, que el bando perdedor quiera que la guerra termine. Pero en el Oriente Medio, y con la entrada de las consideraciones políticas y diplomáticas, más el factor de las relaciones públicas, estas reglas han cambiado. El mundo ha enseñado a Hamas - y no sólo a Hamás - que cuanto más agresivo sea, más terrorismo use, mejor le irá - hasta cierto punto - a nivel internacional y más antagonismo se agitará contra Israel.
Sin embargo, como he dicho anteriormente, esta táctica no funciona tan bien en este caso. Hay varias razones para que esto sea así:
. En contraste con algunas situaciones del pasado (la guerra del Líbano en 1982), hay un nivel muy alto de apoyo en Israel para la operación actual y en contraste con otras (la Segunda Guerra del Líbano en 2006), hay una sensación

de que el ejército está haciendo un buen trabajo. Por cierto, esta guerra no tiene nada que ver con las elecciones del 22 enero en Israel, y no tendrá ningún efecto importante en la misma.
Es cierto que hay un mayor nivel de pánico civil a raíz de los cohetes y misiles, bastante comprensibles en las áreas, que están siendo atacadas; no tanto en otros lugares. Sin embargo, esto no acarreará ninguna presión significativa para que Israel se rinda y declare la derrota, especialmente cuando Hamas se está quedando sin cosas para disparar contra civiles israelíes.
. Ahora hay tantos problemas en el Oriente Miedo - varios de ellos más simultáneamente que lo que cualquier persona viva pueda recordar - que distraen la atención tanto internacional como regional de la guerra Hamas-Israel. Del conflicto árabe-israelí e incluso el israelí-palestino difícilmente pueda decirse, sin reírse, que sea el núcleo o la cuestión más importante de la región.
. La “primavera árabe” puede ayudar mucho a Hamas en el largo plazo, pero no en el corto plazo. Hamas intentó el viejo truco de la OLP de iniciar una guerra con Israel para forzar a los regímenes árabes a hacer lo que quiere. Esto no siempre funcionó para la OLP. Dado que Siria e Irak están fuera del conflicto, debido a sus prioridades en sus asuntos internos; la base potencial de esta estrategia se ha debilitado.
Irán está muy lejos, aunque puede enviar cohetes y motores de misiles; Jordania no quiere problemas; y el Líbano, aunque dominado por Hezbollah, está ahora en el bando chií y al borde de una nueva guerra civil en su propio país.
. Egipto, por supuesto, es la gran esperanza de Hamas. Sin embargo, los líderes de Hamas deberían haber escuchado a sus contrapartes en El Cairo que no quieren una confrontación en estos momentos. Los Hermanos Musulmanes no han consolidado su poder. El estatus del parlamento no es claro, la Constitución no ha sido aún aprobada, y el ejército aún no está totalmente bajo el control del régimen. De especial importancia es el esfuerzo del régimen islámico para completar una ayuda de alrededor de $ 10 mil millones dólares por parte de la Unión Europea, Estados Unidos, y el Fondo Monetario Internacional.
Así que mientras los nuevos gobernantes de Egipto aman a Hamas; no lo quieren lo suficiente como para hacer algo más que emitir declaraciones apasionadas. Por el contrario, Egipto y el eterno perturbador Qatar quieren que la lucha termine.
Hamas es libre de hacer caso omiso a sus aliados y continuar lanzando cohetes, misiles y morteros contra los civiles israelíes. Se puede esperar, con razón, que Occidente detendrá una operación terrestre israelí. Hamas puede ciertamente esperar sobrevivir a la guerra, no importa lo mal que pierda y cuánto daño causen sus políticas al pueblo de Gaza. La esperanza de que será aún más popular - una táctica que ha funcionado a menudo en el pasado - puede ser que esta vez se estire demasiado.
Sin embargo, las ganancias que Hamas puede hacer tratando de obligar a Israel a bombardearlo son menores de lo que el liderazgo del movimiento islamista espera. Incluso muchas personas en Occidente parecen estar dándose cuenta de la farsa de la puesta en escena de la agresión para luego fingir ser la víctima. Algunos pueden comprender que Hamas es el responsable del sufrimiento de la gente de Gaza, inclusive si no están dispuestos a hacer nada acerca de eso para poner fin a un régimen que tomó el poder mediante un violento golpe de Estado, inicia una guerra sin fin, predica el genocidio contra su vecino, fuerza a todos los cristianos a huir, reprime a la disidencia, convierte a las mujeres en propiedades personales, y entrena a los niños para que sean terroristas suicidas. Es posible, sin embargo, que los regímenes occidentales traten de hacer algo que se produzca un alto el fuego efectivo por unos cuantos años.

Barry Rubin es director del Global Research in International Affairs (GLORIA) Center, editor del Middle East Review of International Affairs (MERIA) Journal, y destacado columnista de Pajamas Media. Sus libros más recientes son: The Israel-Arab Reader (séptima edición), The Long War for Freedom: The Arab Struggle for Democracy in the Middle East (Wiley), y The Truth About Syria (Palgrave-Macmillan). El sitio web de GLORIA Center es http://www.gloria-center.org y de su blog, Rubin Reports, http://www.rubinreports.blogspot.com.
http://pajamasmedia.com/barryrubin/ PJM
Este artículo fue publicado en PJMedia

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É uma guerrilha tática, usando informação e contra informação para jogar toda mídia contra Israel.

Israel precisa se fortalecer  criar laços com "Judeus Nacionalistas" que vivem em todas nações, que não tem uma Certidão de filho de judia, ou estão esperando 10 ou vinte anos por uma Conversão Ortodoxa. É preciso separar a Religião do Estado,o Judaismo Ortodoxo, está em decadência em Israel e no mundo, não chega à  20%,O Poder de ser  JUDEU, está em suas mãos. Os inimigos estão se unificando, já se chama "irmandade", Israel pode criar também sua "irmandade, é preciso separar urgente a Religião do Estado. E um caso de SEGURANÇA NACIONAL.

Os que seguem  o Judaismo por Opção, são "Malachim a favor de Israel" que combatem o Anti-semitimo/ travam batalhas no face e outras Comunidades e no dia à Dia defendem e amam as causas de Israel com sua alma e até com suas vidas. se for convocados para o front, serão voluntarios, e sempre dizendo: Ani Yehudi! 

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