JUDAISMO HUMANISTA

O Judaismo Humanista é a pratica da liberdade e dignidade humana

Interpretación y comentario
En el Midrash Rabá está escrito que El Santo Bendito Sea, al planificar el mundo, lo creó teniendo en mente un plan general de Creación (Bereshit Rabá 1:1-2). Y Él dijo y fue el mundo. Seis días de Creación y en un orden claro, Él Crea desde la luz hasta el ser humano: “Y vio Dios todo lo que había hecho y he aquí que era muy bueno” (Génesis 1:31).
Ese fue el plan de Dios, y después de ello, Él Entrega todo en manos de Adán y sus descendientes. Lo que fue creado fue muy bueno, y así será. Si quiere destruirlo y exterminarlo, tiene la opción de elegir.
El ser humano es el que decide, el ser humano es el jardinero del Jardín del Edén y es la Humanidad que se desarrolla para bien o mal. La libertad dada al ser humano es total.
El rabino profesor Efraim Elimelej Urbaj z”l explica las palabras de rabi Akiba: “Todo está previsto, pero el ser humano tiene la opción de elegir, es decir: es cierto que Dios prevé todo, así que todo está previsto; pero Él no interviene en las acciones del ser humano; por lo tanto, éste posee la opción de elegir”.
La libertad es total para el ser humano, por eso su responsabilidad es tan grande. Dios pregunta: “¿Dónde estás?”, para que seamos responsables de nuestras acciones.
El ser humano se rinde ante su instinto y asesina por celos y enfado. Pero él es también el gran constructor, después de la Creación.
La lista de nombres es larga, y cada generación se desarrolla más aún. Encontramos al ser humano tan desarrollado, que Noé ya sabe construir un arca para salvarse del diluvio.
Dios interviene en lo ya hecho una sola vez en la historia de la Humanidad, cuando se da cuenta que el ser humano está corrupto, pero Él aún mantiene la esperanza de bien; por eso Noé y sus hijos se salvan.
Las diez generaciones entre Adán y Noé demuestran el desarrollo del ser humano desde la primera creatura hasta el ser descubridor y constructor.
No sabemos quién descubrió el fuego, pero sabemos con seguridad que el mismo es descubierto; y muchas otras cosas son descubiertas e inventadas por el ser humano primtivo, pero él también se corrompe.
El desarrollo tecnológico fue maravilloso, y los mismos seres humanos primitivos que aprendieron a cazar, sembrar, plantar, cosechar y relacionarse, son personas sensacionales, y cada generación se continúa desarrollando más y más.
Pero, ¿dicho desarrollo tecnológico viene acompañado de un desarrollo ético y de valores? Lamentablemente, no.
El ser humano primitivo sabía tanto que logró enseñar a Noé cómo construir un instrumento tan desarrollado que pueda sobrevivir al diluvio. Pero, al mismo tiempo, su decadencia moral fue del mismo tamaño que su creación material.
Y Dios promete que después del diluvio no habrá otro diluvio.
Nuestra libertad es absoluta. Sólo el ser humano puede causar otro diluvio y exterminio. Por miles de generaciones, desarrollamos una cultura material gigante pero, ¿somos diferentes de nuestros antecesores? ¿Aprendimos a vivir según las medidas éticas y de valores al mismo ritmo que creamos cosas materiales? Tengo al respecto mis serias dudas.
Por lo tanto, es conveniente que volvamos a mirar las antiguas palabras de la parashá “Bereshit”, aprender qué recibimos y

qué hacemos con nuestro mundo, y que recordemos bien las palabras de Ben Azai en el Talmud de Jerusalén (Nedarim 9b), que una gran enseñanza de la Torá es la siguiente: “Estas son las genealogías del ser humano... en el día que creó Dios al ser humano, según la imagen Divina lo creó” (Bereshit 5:1).
Debemos esforzarnos más para que, junto con todo el desarrollo material que alcanzamos, también logremos construir un ser humano digno, que sea a imagen y semejanza del Creador.


Estudio y análisis
Rabino Dr. Alexander Even-Jen

Profesor de Pensamiento Judío, Instituto Schechter de Estudios Judaicos, Jerusalén

“Hizo caer Adonai Elohim un sopor sobre el hombre y éste se durmió. Y tomó una de sus costillas y cerró la cavidad de la carne que había debajo. Modeló Adonai Elohim la costilla que había tomado del hombre como mujer, y la condujo hasta el hombre. Dijo el hombre: Esta vez: hueso de mis huesos y carne de mi carne. A ésta se la llamará `ishá' (mujer), pues del `ish' (hombre) fue tomada ésta. Por ello, el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mjer y se tornarán una sola carne” (Génesis 2:21-24).
“Costilla” -argumenta Maimónides, según Bereshit Rabá 8:1-, significa “lado”, “costado”. Por eso, Maimónides enseña a partir de estos versículos que Adán y Eva eran dos “lados” de una misma creatura.
El relato de la creación de Adán y Eva es una alegoría, y de hecho, en cada uno de nosotros hay un poco de “Adán” y “Eva”. El “pecado” de Adán y Eva que está relatado en el libro de Génesis simboliza las luchas espirituales a las cuales el ser humano debe enfrentarse en todo momento (“Guía de los Perplejos” 1:2; 2:30; 3:8).
Según Maimónides, “Adán” simboliza el alma (el entendimiento) y “Eva” simboliza el cuerpo. Es difícil no rebelarse contra este tipo de observación. Especialmente, porque “Eva” es descripta en esta “alegoría” como la fuente del pecado.
Eso no significa que Maimónides supone que las mujeres no son capaces de llegar a logros más elevados. Sim embargo...
Sobre Moisés, Aarón y Miriam dice Maimónides que los tres murieron mediante un “beso”. Es decir, para ellos la muerte fue un tipo de “liberación” del alma del cuerpo. El “beso” simboliza el “placer” del alma que despega hacia el mundo superior divino.
Maimónides cita versículos según los cuales Moisés y Aarón murieron “por la boca de Dios”, y de ahí la imagen del “beso”.
El problema es que no hay un versículo que diga que Miriam también murió “por boca de Dios”. Maimónides explica: “Y así dijeron Nuestros Sabios sobre Miriam: ella también murió mediante un beso, pero no `por boca de Dios', porque ella era mujer y no resulta apropiado recordar una alegoría así con ella”.
Si no hay un versículo en la Torá que dice que Miriam murió “por boca de Dios”, ¿por qué es importante para los sabios y para Maimónides decir que Miriam, como sus hermanos, llegó a un nivel espiritual superior?
“¿Porque ella era mujer?”
“¿No es apropiado?” ¿Acaso Maimónides, los sabios y la Torá “se rinden” antes las normas de la sociedad? Si ellos dicen que Miriam sí llegó al nivel de “muerte mediante un beso”, ¿por qué esta alegoría es “apropiada” para Moisés y Aarón, y no para Miriam?

* Comunidad “Taguel Aravá”, Eilat

Editado por el Instituto Schechter de Estudios Judaicos, la Asamblea Rabínica de Israel, el Movimiento Conservador y la Unión Mundial de Sinagogas Conservadoras.
Traducción: rabina Sandra Kochmann

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