JUDAISMO HUMANISTA

O Judaismo Humanista é a pratica da liberdade e dignidade humana

Parashat "Ekev" Interpretación y comentario Sandra Kochmann, Comunidad "Masortit Mishpajtit beBeit HaKerem", Jerusalén.

Está escrito en nuestra parashá: "Habrás de recordar todo el camino por el cual te llevó Adonai tu Dios durante cuarenta años en el desierto, para afligirte y para someterte a prueba, para saber lo que hay en tu corazón: si vas a guardar Sus Mandamientos o no". (Deuteronomio 8:2). Y enseguida, trae el ejemplo del hecho que el pueblo de Israel debe recordar: el relato de lo ocurrido con el maná. Y en un solo versículo, Dios resume las enseñanzas que Quiere dar al pueblo: "Te afligió y te sometió al hambre: pero te hizo comer el maná – que no habías conocido ni habían conocido tus padres- para hacerte saber que no sólo de pan vive el hombre, pues con todo lo que sale del Mandato de Adonai vive el hombre". (8:3).
Analicemos el versículo por partes: Lo primero que aparece es el sufrimiento. Dios Pide al pueblo recordar el difícil camino transitado en el desierto: hambre, sed, calor e incertidumbre. Pero Él también pide que recuerden que fue Él quien los Ayudó en aquella difícil situación, otorgándoles el maná. A partir de una situación como esa, difícil y llena de sufrimiento, Dios nos Quiere enseñar a valorar más las cosas que tenemos en nuestro día a día y que las damos por obvias...hasta que nos faltan.
En segundo tema que aparece en el versículo es el milagro del maná. El mismo recuerda al pueblo de Israel que Dios los somete a una prueba constante. Dios Se pregunta: A pesar del hambre, ¿será que ellos aún tenían fe en Él?. Como ellos recibían el maná cada mañana al amanecer, ¿será que dudaban de Dios preguntándose si también al día siguiente Él les daría el maná?. El pueblo se quejaba y reclamaba que quería comer carne y los buenos y variados alimentos que comían en Egipto, ¿cuánto tiempo más el pueblo iba aguantar comiendo la misma cosa?
Dios dio al pueblo de Israel un alimento raro, hasta aquel momento totalmente desconocido y que llegaba a ellos en condiciones muy especifícas, para comprobar la fe del pueblo en Él y las probabilidades de que ellos continúen cumpliendo Sus preceptos y siguiendo Sus caminos.
A continuación, el versículo trae una frase conocida y profunda: "No sólo de pan vive el hombre". De manera literal se puede entender lo siguiente: Además de comer "pan", que es un alimento conocido y que necesita cierta elaboración, el pueblo debía tener fe y saber que podía alimentarse y sobrevivir comiendo también otro tipo de alimento, quizás "más simple" pero "más valioso", como lo era el maná que llegaba a ellos por Acción y Voluntad de Dios.

Esta enseñanza también podría aplicarse a la exigencia anterior del pueblo de comer carne y "los pescados que comíamos en Egipto gratuitamente, los pepinos, las sandías, el puerro, las cebollas y los ajos" (Números 11:5).
Por otro lado y de manera más profunda, esta frase nos enseña que la búsqueda de alimento "material", si bien es básica e indispensable para sobrevivir, no debe constituirse en el objetivo central de nuestra existencia. Sino que nosotros debemos preocuparnos también por "alimentar" nuestra dimensión espiritual, que, de hecho, es nuestra característica distintiva como seres humanos, a diferencia de los demás seres vivos.
Finalmente dice el versículo analizado: "...pues con todo lo que sale del Mandato de Adonai vive el hombre". Si bien Dios Creó al ser humano con capacidad de elegir y actuar, no debemos olvidar Su Presencia, Participación e Influencia en nuestro mundo, en la Naturaleza y todo lo que está relacionado con ellos. Como está escrito más adelante:
"Cuídate, no sea que olvides a Adonai tu Dios..." (Deuteronomio 8:11),
"Y se enaltezca tu corazón y olvides a Adonai tu Dios..." (8:14),
"El que te hizo comer el maná en el desierto, que no habían conocido tus padres, para afligirte y para someterte a prueba, para hacerte el bien en tu final" (8:16)
"Y digas en tu corazón: mi fuerza y el poder de mi mano me hizo esta riqueza" (8:17),
"Has de recordar a Adonai tu Dios, pues es Él el que te da fuerza para hacer riqueza; para cumplir Su Pacto que ha prometido a tus patriarcas, como este día" (8:18).
Según lo anteriormente analizado, ¿cuál es el objetivo de la prueba Divina implícita en el milagro del maná?

"...Que como adoctrina el hombre a su hijo, Adonai tu Dios, te adoctrina a ti" (8:5).

Dios quiere educar al pueblo de Israel de entonces y a nosotros, en cada generación, como los padres educan a sus hijos: A veces mediante el camino difícil, pero siempre con amor. Él nos Da Sus preceptos como guía que nos orientan en el camino de la vida, tanto en su dimensión material como espiritual, para enseñarnos a valorar hasta las mínimas cosas cotidianas, que generalmente nos parecen obvias, pero que en realidad son las que constituyen la verdadera esencia de la vida. Y Él también nos recuerda constantemente que los "milagros" que vivimos cada día son, de hecho, el fruto del trabajo en conjunto entre los seres humanos -que utilizan con inteligencia su capacidad de elección y acción-, y Dios, que -con Su Providencia, Su Voluntad y Su Bendición-, Permite que ellos ocurran.

Editado por el Instituto Schechter de Estudios Judaicos, Asamblea Rabínica de Israel, Movimiento Conservador y Unión Mundial de Sinagogas Conservadoras.

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