Judaismo Laico Humanista en Israel
Por: Andy Faur
Entrevistamos hoy al Dr. Efraim Zadoff, historiador de la historia judía en América Latina, redactor y editor, entre otras obras, de la Enciclopedia de la historia y la cultura del pueblo judío y de SHOÁ - Enciclopedia del Holocausto. Nacido en Buenos Aires, vive en Jerusalem hace 40 años. En el presente es vicepresidente de la Federación Mundial del Judaísmo Laico Humanista y alumno de Tmurá - Instituto de capacitación de líderes espirituales y rabinos laicos humanistas de Israel.
P: Efraim, ¿cómo llegaste a la concepción laica y humanista del judaísmo?
R: Mi formación judía desde que tengo conciencia fue nacional - cultural y no religiosa. En el hogar de mis padres, en las escuelas judías en Argentina, mis estudios en la Universidad Hebrea de Jerusalem en carreras de Ciencias Judaicas fueron una continuidad natural y un reflejo de mi percepción del judaísmo como cultura y como civilización, de la cual la visión religiosa es sólo una de sus expresiones.
P: Al llegar a Israel, ¿encontraste el marco adecuado de identificación?
R: Desde la perspectiva sionista sin duda. También desde el punto de vista judío ya que mi sionismo es una continuación de mi visión nacional del judaísmo. Así es como siempre busqué marcos de trabajo en educación de jóvenes y adultos y en la investigación, en los cuales podía traducir en acción esta perspectiva nacional y no religiosa del judaísmo. Sin embargo siempre sentí una incongruencia entre mi visión, compartida por amplios sectores de la sociedad judía israelí, y la profunda influencia religiosa en el ámbito de la vida pública. La expresión religiosa ortodoxa de la civilización judía - minoritaria en la práctica judía israelí y más aún en la diáspora, se impone sobre las otras expresiones de vida judías. Esta imposición, afecta los aspectos más íntimos de la vida como ser la definición de quién es judío, con quién y cómo puede o debe uno casarse y cómo nuestro cuerpo debe ser tratado al finalizar la vida.
P: ¿A qué se debe esta situación en Israel, si la mayoría de los judíos israelíes no somos practicantes religiosos?
R: Ante todo creo que esto se debe a una concesión por razones políticas partidarias, por parte de las fuerzas políticas judías sionistas. Te daré brevemente un ejemplo, los casamientos en Israel: en vez de que, al igual que en muchos países modernos los casamientos se registren por una dependencia administrativa civil, aquí lo administran religiosos ultra ortodoxos. Lo más razonable sería que cada uno sea libre de casarse de acuerdo a su convicción y creencia. La excusa de que así se preserva la unidad del pueblo judío es falsa ya que todos sabemos que aún en el sector ortodoxo y ultra ortodoxo no aceptarían un casamiento con alguien que no sea de su propia corriente.
P: ¿Qué hacen frente a esto los judíos no religiosos?
R: Lamentablemente muy poco. Por un lado por intereses políticos partidarios. Por el otro porque son muy pocos los líderes judíos no religiosos que ofrecen una alternativa positiva de práctica judía cultural y humanista. Justamente el rol de Tmurá es la de formar nuevos líderes espirituales que ofrezcan esta alternativa a los judíos arraigados en su cultura pero que rechazan la perspectiva religiosa y quieren mantener viva una práctica judía: para ellos se ofrece la práctica judía laica y humanista.
P: Aquí debo preguntarte si no hay una contradicción entre el concepto de rabino y el de laico-humanista.
R: Esta sensación de contradicción surge del olvido del origen del concepto rabino: en la Mishná se define a un "rav" como maestro, líder espiritual, conocedor e interpretador de las fuentes. No tiene ninguna relación con el culto religioso. En el cristianismo el "padre" es el oficiante y mediador entre el culto y el hombre regular. Este concepto es extraño al judaísmo. Más aún, en muchas comunidades no ashkenazíes al líder espiritual se lo llama "Jajam" - sabio.
P: ¿Cuál sería la función de un rabino laico humanista?
R: Felizmente puedo hablar de casos concretos. En estos momentos ya hay 13 rabinos humanistas israelíes y a fines del 2010 seremos 15 más. Las tareas responden a iniciativas individuales: organizar y liderar comunidades judías en ciudades, moshavim y kibutzim; dirigir programas educativos de enriquecimiento cultural judío para escuelas y jardines, y en centros comunitarios urbanos - matnasim; desarrollar encuentros no formales con contenidos judíos en las festividades y realizar ceremonias de vida en nacimientos, bnot/bnei mitzvá, casamientos, defunciones y duelo familiar; elaborar nuevo material para las festividades, realizar cursos de estudio sobre las fuentes judías y capacitar docentes para la enseñanza.
P: ¿Cómo ves tu función como rabino laico humanista?
R: Ya en el presente doy charlas y cursos en instituciones y grupos en casas sobre la fe y la práctica del judaísmo laico humanista. También me dedico a las prácticas de vida judías. He comenzado a realizar casamientos judíos laicos, a acompañar a niños a hacer un bat o bar mitzvá significativo para ellos y arraigado en la cultura judía, he realizado funerales.
P: ¿En qué se diferencia un casamiento laico como el que tú haces de una jupá religiosa?
R: La jupá humanista es ante todo igualitaria entre los miembros de la pareja. Ellos redactan su contrato matrimonial. La pareja es la que está en el centro de la ceremonia, ellos y el amor que los une son el objeto de todas las bendiciones. En definitiva es una reinterpretación metafórica de la ceremonia tradicional en la que se combinan fragmentos de nuestra literatura clásica y la moderna. La construcción de la ceremonia se realiza conjuntamente por la pareja y por mí.
P: ¿Cuántas bodas de este tipo se realizan por año en Israel?
R: Es difícil decirlo, pero sólo las que realizan los oficiantes del sitio:
http://www.tkasim.org.il/ del que participo cuentan muchos cientos por año y va en constante aumento. Y hay que prestar atención que los casamientos, al igual que los religiosos conservadores y reformistas, no son reconocidos oficialmente. Esto quiere decir que los que los solicitan lo hacen solamente por su profunda identificación cultural judía laica.
P: ¿La ceremonia que tú realizas se diferencia en algo de la que realizan otros oficiantes?
R: La principal diferencia es que yo soy hasta ahora el único que hace ceremonias en hebreo, en castellano y bilingües. Además no cabe duda que cada oficiante, al igual que cada pareja, influye en cierto modo en los matices de la ceremonia.
P: ¿Te parece que en un futuro todas las ceremonias judías deberán ser como las vuestras?
R: Rotundamente no. Yo creo en la total legitimidad de cada corriente dentro del judaísmo: las religiosas - desde la extrema ortodoxia hasta el reformismo y las no religiosas - que también cuentan con una pluralidad de posiciones. En el vergel del judaísmo hay lugar para que crezcan infinita cantidad de flores. Parafraseando al profeta Habacuc (2:4) "El justo vivirá de acuerdo a su fe". Y el principio que debe regir entre todos es la máxima de Hilel tal como es citada en el Talmud de Babilonia, Tratado Shabat hoja 31:1 - "Lo que es odioso para ti no lo hagas a tu semejante".
Direcciones para continuar conociendo el tema:
Dr. Efraim Zadoff - efraimzadoff@gmail.com