Una nueva muestra de fanatismo ciego Autor: José Danor

[Jayme Fucs Bar]

Expresiones ofensivas del ministro Yshai

A los líderes del partido religioso ortodoxo Shas no les basta con impedir que los jóvenes de las familias que los votan consigan la exoneración del servicio militar bajo el alegato de ser estudiantes de yeshivot (institutos religiosos). Ahora también quieren enseñar a las familias de los soldados caídos, que en realidad somos todos los integrantes de la población cuerda, el verdadero motivo por el que más de cien jóvenes militares cayeron en la segunda Guerra del Líbano de verano de 2006.
Para el ministro del Interior Eli Yshai, los soldados cayeron en combate porque no oraron lo suficiente. En el transcurso de una disertación en una yeshivá que se ocupa de devolver a jóvenes a la religión, explicó la diferencia entre la Guerra de Seis Días de 1967 y la más reciente en la que Israel combatió contra Hezbollah: “En la Guerra de los Seis Días todos los países árabes combatieron contra Israel. Por cada soldado judío había cientos o miles de árabes. Por cada tanque, cientos o miles de tanques, por cada avión, cientos de aviones. Miren qué milagro: éramos el Ejército más débil de Oriente Medio; no teníamos ninguna posibilidad de ganar. De pronto todos escapan y el pueblo judío sale victorioso.
En la Segunda Guerra del Líbano éramos el Ejército más poderoso. Sin Egipto, sin Siria, sin Líbano, sin Irak, sin Yemen ni Libia ni Líbano. Solamente 2.000 integrantes de Hezbollah. Saben ustedes cuál fue la diferencia. En 1967 cada soldado que fue al combate levantó los ojos orando a Dios. En 2006 confiaron en su propia fuerza. Lo que salvará al pueblo judío son los estudiosos de la Torá

y los arrepentidos que regresan a la religión”.
El ministro no se acordó que era uno de los integrantes del gabinete de Seguridad que ordenó la precipitada salida a la guerra sin la preparación ni los equipos suficientes. Los soldados fueron enviados a tierra enemiga, por primera vez en la historia de Israel, con medios inadecuados y sin apoyo logístico. Aún así lograron sobreponerse al enemigo, le infligieron severos daños al punto que hasta el momento, el “valiente” Hassan Nasrallah no osa salir de su refugio.
Recuerdo la entrevista a un soldado de la reserva, de origen sudamericano, apenas terminados los combates. Relató las peripecias que pasó con su unidad porque los comandantes no asumieron la responsabilidad como corresponde. Ordenes y contra órdenes se sucedían a cada rato y mientras tanto no había abastecimiento de agua ni de alimentos. Esta es la verdadera razón por la que murieron tantos soldados y no la que indica Yshai. Lo demuestra el hecho que los altos mandos finalmente se fueron a sus casas como consecuencia de las investigaciones realizadas cuando finalizó la contienda.
El ex comandante de Recursos Humanos de Tzáhal, Gral. (re) Eleazar Stern, reaccionó diciendo que Eli Yshai “es un tonto” ya que ni él ni ningún otro rabino sabe lo que piensa Dios ni cuáles son sus intenciones. El diputado de Meretz, Nitzan Horowitz, expresó: “El ministro Yshai avergüenza a los soldados y lleva el cinismo político a un sitio sin precedentes”.
Nosotros decimos: señor ministro, deje que descansen en paz los soldados que dieron lo más preciado, sus vidas, por defender al Estado de sus enemigos, en lugar de repetir los disparates tan conocidos que suelen emplear algunos rabinos extremistas e ignorantes

[Cecilia Nisemblat]

Jose Danor até que foi muito educado em seu comentário.

Eli Yshai com seu discurso obscurantista demonstra plenamente o significado da baixa política; e aquela yeshivá que 'procura devolver os judeus à religião' envergonha o judaísmo, pois coloca no santo dos santos ignorância, distorções e estultices em vez da luz do entendimento.