La llegada y la estadía en paz en Shjem llega a su final y aparecen nuevos conflictos que ponen en peligro la sobrevivencia de la descendencia de Iaacov y su asentamiento en la tierra de Canaán. El primer conflicto es de carácter moral y religioso con Dina, la hija de Iaacov. Este conflicto, sin embargo, da lugar a otro más grave que es el de la posibilidad de asimilación con los cananeos del lugar, perdiéndose así la identidad y el propósito patriarcal. Finalmente, surge el peligro de aniquilación o necesidad de un nuevo “exilio” fuera de Canaán para sobrevivir.
Shjem viola a Dina. Dina es la última hija de Lea. Iaacov queda establecido en Sihjem por varios años, de tal manera que ahora sus hijos son adultos y su hija ya está en edad matrimonial. Las relaciones con los de Sihjem son pacíficas y con deseos de socializar con las jóvenes, Dina va a la ciudad de Shjuem. Allí, Sihjem, el hijo del rey de la ciudad, toma a Dina y la viola. Pero el joven se siente ligado a Dina, se enamora de ella y pide al padre que la procure como su esposa. Desde un punto de vista social, aquí hay un intento de este hombre de enmendar el error cometido. No es el sentido de culpa moral o religiosa, sino el enamoramiento que lo motiva a buscar matrimonio. Es interesante notar que en otro incidente similar, en vez de amor, surge odio hacia la violada.
Los de Shjuem proponen emparentarse con Iaacov. Pero el deseo de Sihjem tiene obstáculos. Iaacov comparte las malas noticias con sus hijos, quienes consideran el acto de violación una afrenta familiar y reaccionan con indignación y furia. La violación, lejos de ser un simple desliz moral o social, es evaluada por los hijos de Israel con fuertes términos de corrupción moral y religiosa: amancillamiento o impureza ritual; vileza o violación de algo no permitido entre los de Israel; prostitución o perversión sexual.
A propuesta de Sihjem, Jamor propone formalmente a Iaacov una integración étnica política a través de matrimonios mixtos, convivencia pacífica y transacción comercial. Sihjem mismo ofrece una dote matrimonial cuantiosa como intento de persuasión.
Nuevamente surge el peligro de asimilación y pérdida de identidad étnica y religiosa en la descendencia patriarcal. Pero en esta situación Jacob permanece pasivo. Son sus hijos quienes actúan con una intención bien determinada: vengarse de los de Sihjem.
La condición que ponen los hijos de Iaacov es la circuncisión de todos los hombres de Shjuem. Esta condición, según explican ellos, está basada en una profunda convicción religiosa. Para convencer a los hombres de la ciudad de la circuncisión, Jamor y Shjuem usan toda su influencia y argumentos que evidencian ventajas políticas, sociales y económicas en esta alianza. Con la integración vendrá una extensión poblacional que ha de traer paz y cooperación entre estos dos grupos. Además una opción matrimonial amplia y lo más importante, grandes ventajas económicas. Así, no por convicción religiosa sino por las ventajas sociales y económicas a ganar, los hombres de Shjuem son circuncidados, y quedan totalmente vulnerables a cualquier ataque.
¡Rompe el ciclo! El acto de violación sexual es siempre horrible. Las consecuencias son dolorosas física y emocionalmente para los participantes, tanto para el agresor como para la persona agredida. En el caso de Sihjem, el hijo de Jamor, y Dina, la hija de Iaacov, los resultados tuvieron consecuencias multifamiliares y finalmente condujeron al asesinato.
Los patrones de disfunción en la conducta sexual, y los actos que ella produce se generan en ciclos. Por experiencia hemos aprendido: “la violencia engendra más violencia.”
Alguien tiene que romper el ciclo de violencia y comenzar el proceso de perdón, de recuperación y de curación dejando que Dios con su infinito amor sane totalmente las heridas que otros nos han causado o que nosotros hemos provocado a alguien.
La Biblia es rica en detalles sobre la personalidad de Iaacov. El carácter de Iaacov aparece a través del libro del Génesis con gran claridad, con más vivacidad y más cambios que en el caso de Isaac, o al lado de Abraham del cual no sabemos nada acerca de su infancia o su juventud. Sólo un midrash tardío nos da el nombre de su madre, un nombre extranjero sin referencia alguna en la Biblia.
Conocemos la vida de Iaacov desde su concepción, su nacimiento, infancia y juventud. Esta es la historia completa de una vida humana con sus combates, luchas, victorias y derrotas. La historia de la vida de Iaacov, tal como está contada en el texto bíblico constituye -no sé si esto sería demasiado- la primera biografía personal en la historia de la literatura mundial que conocemos.
La personalidad de Iaacov aparece entre los patriarcas como la más humana. El también es tenido en cuenta entre aquellos “que marchan ante Dios”, pero este caminar se encarna en la historia de una vida llena de sufrimiento y desgracias conocidas por el común de los mortales y mucho mejor comprendidas que las desgracias que Abraham conoció en su confrontación con Dios.
La historia de la vida de Iaacov comporta celos y rivalidades, problemas conyugales, luchas por el propio enriquecimiento, dificultades en la educación de los hijos, derrotas y victorias. Iaacov sobre sí mismo dirá que los días de su vida fueron breves y malos comparados con aquellos de sus padres
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